Sensibilización de alumnado y personal docente hacia la inclusión: guía para atender la diversidad en la escuela

Hay muchas formas de entender la diversidad en nuestra sociedad, en la mayoría de las ocasiones se percibe como un problema que hay que resolver. Sin embargo, desde una perspectiva inclusiva entendemos la diversidad como una riqueza en sí misma para la sociedad.

Es, por eso, fundamental guiar a los centros educativos en este abordaje, para ayudar a sensibilizar y atender dicha diversidad buscando la normalización de cualquier persona, con o sin discapacidad, o que hayan podido sufrir discriminación por su condición social, racial, religiosa, género, etc.

Afectar y sensibilizar en la escuela es un pilar fundamental para conseguir objetivos a largo plazo que acaben repercutiendo en la sociedad entera. Por ello, es importante aprender pautas para guiar el proceso de inclusión de una manera transversal en el ámbito educativo, de tal manera que generemos un espacio para la reflexión que acabe yendo más allá del aula. Un proceso que se dirija a las raíces de nuestra sociedad, donde seamos capaces de transformar los valores, las actitudes y, por tanto, las conductas en el trato a todas las personas.

Para trabajar en la escuela la diversidad como una fortaleza, hace falta propiciar actividades que la guíen y de ese modo conseguir la sensibilización y reflexión necesaria para la transformación social.

Para llevarlas a cabo dichas actividades, algunas pautas a tener en cuenta son:

  • La persona de mayor importancia y referencia es el profesor o profesora, que mediante su implicación determinará el buen desarrollo de dichas actividades.
  • La elección de las diferentes dinámicas y actividades ha de ser coherente, planteadas desde el mismo sistema de trabajo y desarrollo. Además han de ser adaptadas a las capacidades e intereses de las personas participantes.
  • La distribución en grupos de trabajo resulta de gran interés puesto que facilita el desarrollo de habilidades y competencias cooperativas, así como la mezcla e intercambio entre todas las personas participantes.
  • Debe darse la participación de todas las personas en todas las actividades, de tal manera que se asegure el principio de participación equitativa.
  • Desarrollar capacidades y habilidades de escucha y diálogo, que deben primar antes que la urgencia del desarrollo de la dinámica. El diálogo se convierte en una herramienta esencial para alcanzar los objetivos de reflexión y adquisición de valores.
  • Plantear el contraste entre normalización y no normalización, términos que pueden suscitar controversia y requieren de habilidades para la discusión constructiva que haga llegar a conclusiones y posicionamientos personales.
  • La inclusión comienza por el lenguaje y el uso de vocabulario que incluya a todas las personas, por lo que es especialmente importante prestar atención a éste.
  • Visibilizar los resultados y el pensamiento. Dejar constancia de las conclusiones obtenidas para conseguir que permanezca y, de este modo, perpetuar los resultados.
  • Tener en cuenta el uso de materiales respetuosos también con el medio ambiente y utilizar metodologías que permitan atender a la diversidad de maneras de aprender.

Para saber más:

COCEMFE (2020). Guía de actividades para la sensibilización de alumnado y personal docente y no docente en centros educativos. https://www.cocemfe.es/wp-content/uploads/2020/02/Guia-actividades-sensibilizacion-alumnado.pdf

Bustillos de Núñez, G.; Vargas, L.; Martín, M. (1993). Técnicas participativas para la educación popular. Ed. Educación Popular.

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