Todo el mundo cree tener soluciones para la inclusión educativa, pasando siempre por señalar la necesidad de más recursos y menores ratios. La cuestión es que las instituciones educativas y los procesos de exclusión que generan tienen que ver con muchos planos, y sin duda, el más importante es el nivel político. No todo lo puede la escuela.
Se habla de mejora e innovación, pero resulta imposible pensar en querer ser más inclusivos en el contexto de las culturas escolares, las políticas y las prácticas habituales/tradicionales. Estas están pensadas para una enseñanza que no ha tomado en serio la diversidad de su alumnado (en ritmos, capacidad, intereses, motivaciones, valores, referentes culturales, afectos, etc.). Por lo tanto, no se trata de “mejorar, innovar o cambiar por cambiar” sino que se innova y mejora con el objetivo de enseñar, incluir y fomentar el sentido de pertenencia de todos los estudiantes. Al contrario, también se puede, se pide innovar en educación con una finalidad excluyente, elitista y que prepare a algunos estudiantes para reproducir las desigualdades sociales y educativas existentes.
Lo alentador de todo esto, es que los procesos de inclusión son procesos ACTIVOS, que se pueden modificar, pero lo simple y complejo son los VALORES SUBYACENTES que existen. Ya nos lo dice Tony Booth:
“Los valores son la base de todas las acciones y planes de acción, de todas las prácticas en las escuelas y de todas las políticas que modelan las prácticas. Por lo tanto, se pueden considerar que todas las acciones, prácticas y políticas son la encarnación de los razonamientos morales. No podemos adoptar un comportamiento correcto en la educación sin comprender, en cierto modo, los valores de los que nacen nuestras acciones. Por lo tanto, el desarrollo de la inclusión nos implica a nosotros mismos a la hora de hacer explícitos los valores que subyacen a la inclusión de la mejor manera posible.” (Booth, 2006, p.212)**
**Booth, T. (2006). Manteniendo el futuro con vida; convirtiendo los valores de la inclusión en acciones. En M. A. Verdugo y F. B. Jordán de Urríes (Coords.), Rompiendo inercias. Claves para avanzar. VI Jornadas Científicas de Investigación sobre Personas con Discapacidad (pp. 211-217). Salamanca: Amarú