Trabajando hace muchos años como trabajadora social descubrí mi verdadera vocación. Visitaba centros educativos como miembro del Equipo Provincial de Orientación Educativa y descubría cada mañana a las puertas de los centros, estudiantes que faltaban a clase porque no se sentía parte de la comunidad escolar. Ahí descubrir el verdadero sentido de la educación y la necesidad de que esta educación fuera inclusiva. Desde entonces, he trabajado en muchos proyectos que, de alguna manera, han buscado avanzar en la consecución de inclusión educativa y social de todos. Comparto esta foto del tiempo que viví en Paris porque en esa ciudad aprendí lo importante que es soñar y luchar por los sueños. Ojalá la educación inclusiva sea pronto un sueño cumplido!